El equipo de desarrollo detrás de la serie Like a Dragon/Yakuza adopta el conflicto interno como un ingrediente clave en la creación de juegos de alta calidad. En una entrevista reciente con Automaton, el director de la serie Ryosuke Horii reveló que los desacuerdos y las "peleas internas" no sólo son comunes sino que se fomentan activamente.
Horii explicó que estos enfrentamientos, particularmente entre diseñadores y programadores, se ven como oportunidades de mejora. Hizo hincapié en que la falta de debate a menudo resulta en juegos deficientes, enfatizando la importancia del conflicto productivo. El papel del planificador del proyecto es crucial para mediar en estos desacuerdos y garantizar que conduzcan a resoluciones positivas. "Luchar no tiene sentido si no resulta en una conclusión fructífera", afirmó Horii.
El enfoque del estudio prioriza la calidad de las ideas sobre su origen, solicitando y evaluando activamente diversas perspectivas. Si bien están abiertos a críticas constructivas, tampoco tienen miedo de rechazar sugerencias mediocres. Este enfoque "despiadado" para la investigación de ideas, junto con un debate sólido, alimenta su compromiso con la excelencia. El equipo se esfuerza por lograr un entorno colaborativo donde los conflictos saludables impulsen la innovación y, en última instancia, mejoren el producto final.